Oissy, startup procedente de Tokio enfocada en la tecnología de inteligencia artificial que utiliza un sensor de sabor leo para reproducir el sentido del gusto humano, ha ganado la tercera edición de Culinary Action tras la decisión del jurado formado por: Joxe Mari Aizega, director general de Basque Culinary Center; Asier Alea, director de desarrollo global de Basque Culinary Center; y Mentzia Otxoa de Zuazola, directora de emprendimiento e innovación de Hazi Fundazioa. Esta tecnología se utiliza para analizar sabores de alimentos y realizar un asesoramiento en base a los datos analizados y las investigaciones sobre el propio gusto.
“Para Oissy ganar la tercera edición de este concurso es una gran oportunidad, nos permitirá conectar con grandes actores del sector y darle un impulso internacional", ha señalado Ryuichi Suzuki, CEO de la entidad japonesa. La ganadora ha sido premiada con seis meses de residenciaa en LABe-Digital Gastronomy Lab, y un vale adicional de 25 horas para proyectos de investigación e innovación en BCC Innovation.
Asimismo, el evento ha reunido a diferentes perfiles del sector y ha cerrado una jornada de de reflexión acerca del valor de la tarea que realizan las startups por construir la gastronomía del futuro. Además, Furqan Meerza, chef investigador en BCC Innovation, centro tecnológico en gastronomía de Basque Culinary Center, ha explicado junto a William Castro, oficial asociado al programa en International Trade Centre, el proyecto en el que están trabajando en colaboración para la revalorización del cacao en Jamaica.
Para finalizar, Eneko Axpe, científico colaborador de Basque Culinary Center, y Juan Carlos Arboleya, fisicoquímico de alimentos y director del Máster en Ciencias Gastronómicas de Basque Culinary Center, han querido resaltar la importancia para abordar la gastronomía desde distintas áreas de conocimiento para combinar la visión de diversos agentes. Axpe, por su parte, ha compartido algunas de las aplicaciones del uso de la IA en el sector gastronómico.
Tras este triunfo, la compañía de origen japonés se une al club de Reborn Farms, startup de Nueva York que se enfoca en construir sistemas alimentarios hiperlocales donde ha habido desventajas económicas por equidad racial o climática; y Dryk, especializada en el desarrollo de bebidas lácteas y veganas nutritivas a partir de proteína vegetal.