Las bebidas refrescantes sin azúcar destacan como la única bebida que crece en hostelería desde 2019 y más del 70% del consumo de refrescos en España se realiza en momentos diurnos en horeca. Estas son las principales conclusiones del Encuentro Anual celebrado por la Asociación de Bebidas Refrescantes bajo el lema “Ocio Positivo”. En la jornada se ha expuesto una radiografía del consumo de bebidas refrescantes en la población española, diferente al de otros países y estrechamente vinculado al encuentro social y al canal hostelería. En este canal, la evolución del consumo de bebidas refrescantes mantiene una senda positiva desde 2022, año que se suele tomar de referencia como nueva normalidad, con un ligero crecimiento cercano al 2%, tal y como reflejan los datos de Kantar WorldPanel Division.
En los últimos años, se observa una tendencia que inclina el consumo hacia las bebidas sin alcohol como son las bebidas refrescantes y, dentro de los refrescos, destaca el crecimiento de las variedades sin azúcar que se convierten en la única bebida que crece por encima de los niveles prepandemia (junto al agua con gas): un 2% respecto a 2019.
Al mismo tiempo, y como decíamos, se confirma un trasvase del consumo hacia la franja diurna con mayor tendencia a socializar en comidas, aperitivos y el tardeo. Estos momentos representan el 72% del consumo de bebidas refrescantes que realiza la población española. El crecimiento de las variedades sin azúcar y el auge de los momentos diurnos parece estar conectado, de hecho, el 59% del crecimiento de las variedades sin azúcar se relaciona con el consumo en ocasiones de día.
En cuanto al perfil del consumidor, y aunque el consumo de bebidas refrescantes se mantiene muy equilibrado entre la población adulta, especialmente a partir de los 30 años, se observa un crecimiento en la llamada generación ‘silver’ (los mayores de 60 años). El perfil de consumidor de bebidas refrescantes mayoritario sigue siendo el de 35-49 años (representa más del 30% del consumo realizado por los españoles). Sin embargo, el que más crece desde 2019 es el segmento 60-75 años (que pasa del 19% al 29%). Este impulso del consumo de bebidas refrescantes entre los mayores de 60 no es casual, sino que responde al hecho de constituir una generación cada vez más numerosa y cada vez más activa en lo que a hábitos de ocio se refiere.