Lidl Suecia instaló en primavera un sistema de sonido que cubría más de 25.000 m2 de invernaderos y granjas de todo el país para que frutas y verduras crecieran al ritmo de la Royal Philarmonic Orchestra. La cadena basó su decisión en una serie de estudios científicos que aseguran que la música favorece el crecimiento de las plantas. “Aunque no tienen oídos, pueden percibir las vibraciones de las ondas sonoras”, explicaba la compañía en un comunicado. “Por ejemplo, puede afectar tanto a la longitud de las raíces como al tamaño de los cultivos”.La nota de prensa explica que en un estudio en el que se expusieron semillas de alfalfa a la música, el 100% de las mismas se convirtieron en brotes cuando se les puso música clásica, vals o sonidos de la naturaleza. “El mismo estudio demostró que varios géneros musicales tienen un efecto positivo en la lechuga, tanto en lo que se refiere a la longitud de las raíces como del tallo”, continúa el comunicado. “Según otro estudio, la música clásica aumentó la producción de semillas de judías hasta en un 33%, y las plantas de judías crecieron un 38% más que las no expuestas a la música”. Los tomates, pepinos, lechugas, hierbas frescas y manzanas producidos bajo este programa se pusieron a la venta bajo la marca propia ‘Matriket’, marcados con una nota azul.