Ya nadie pone en duda que las tablets se han convertido, desde que fueran el producto estrella de las pasadas Navidades, en el gadget por excelencia. Las cifras de venta registradas en el segundo trimestre de este año así lo demuestran. IDC revela que de abril a julio se comercializaron cerca de 13,6 millones de unidades lo que supone un crecimiento del 88,9% con respecto al trimestre anterior, y nada menos que de un 303,8% con respecto al mismo período de 2010. El arrollador éxito de Apple con su archiconocido iPad, que acapara más del 68% de las ventas del segundo trimestre de 2011, mucho ha tenido que ver en el indiscutible protagonismo que viven estos sistemas.
Hay quien dice que una tablet es un ordenador en pequeñito; incluso hay quien trata de clasificarla en la categoría de los smartphones grandes, pero lo cierto es que no responde exactamente a ninguna de estas definiciones, porque una tablet PC es, fundamentalmente, un dispositivo que ofrece conectividad WiFi o 3G unida a unas asombrosas posibilidades multimedia.
Y si bien cuenta con un procesador de inferior calidad al de un portátil y una capacidad de almacenamiento menor, no es eso lo que se está demandando hoy día; en realidad, el mercado transita otros derroteros muy diferentes. El consumidor lo quiere todo, allá dónde esté… y lo quiere ya.
Por tanto, busca una herramienta versátil, cómoda y ligera que le abra un mundo de posibilidades ilimitadas, una realidad paralela que no es otra que Internet. Por muy capaz que sea un dispositivo, por mucha memoria, disco duro o procesador que tenga, siempre se quedará obsoleto en breve espacio de tiempo, dadas las crecientes necesidades de hoy en día.
La mejor alternativa, por tanto, es contar con servicios que no dependan de un dispositivo, conexión o lugar físico. Ejemplo de esto son las cada vez más numerosas empresas que solucionan las necesidades del usuario, o bien las de otras compañías, sin que tengan que preocuparse en ningún momento de si es el lugar o momento oportuno o de si se cuenta con tal o cual aplicación o documento.
Los ejemplos de uso son decenas, cientos, quizá algún día será miles… Al tiempo que se puede visionar una película, escuchar música, celebrar una videoconferencia –si se instala una pequeña cámara, en el caso del iPad-, o estar pendiente de las últimas novedades importantes de la oficina en nuestra ausencia, se puede cerrar un trato con un cliente ubicado en el otro confín del mundo, preparar un informe, cuadrar una tabla, abonar las nóminas a través del banco, o recibir o enviar un fax de confirmación de un contrato crucial.
Sí, y hablamos de fax sin papel, porque ya existen empresas que proporcionan servicios de envío o recepción de fax a través del correo electrónico sin necesidad de instalar un fax módem, un servidor, o líneas telefónicas. Basta una conexión a Internet y así no perderemos ese fax tan importante que esperábamos recibir durante un viaje porque lo tendremos en la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico al encender el dispositivo.
Y esto es sólo el principio. Las aplicaciones, el verdadero carburante que va a sostener e impulsar el desarrollo de este tipo de dispositivos, son cada vez más completas y prácticas. Seguir los mercados financieros al día, las predicciones meteorológicas, tomar notas de audio, dibujar un esquema, obtener mapas, hojas de cálculo, un disco duro virtual, diccionario de idiomas en audio, localizador de vuelos en tiempo real… ya es cuestión de un solo clic, o más bien de un solo tap.
Como conclusión, dejaremos en el aire varios datos: en julio de este año IDC revisaba al alza su previsión global de ventas de tabletas en un 6,2% hasta los 53,5 millones de unidades. Hospitales, universidades, centros tecnológicos y grandes compañías de todos los sectores empiezan a adoptarlos como herramienta principal de trabajo. Un 58% de los usuarios de tablets revisa y envía correspondencia del trabajo o de sus negocios; un 37% celebra conferencias online; un 34% lo emplea como herramienta de Marketing; un 32% para Contabilidad… Sin duda, acabamos de entrar en la era post PC, el paradigma está cambiando, y usos nunca vistos seguirán sorprendiéndonos en los próximos años.
Francisco González, director de Ventas de InterFAX España
