Las tecnologías inalámbricas como Wi-Fi o Bluetooth son una herramienta clave para configurar las redes domésticas del futuro, ya que cada vez son más eficaces y fáciles de gestionar para el usuario. Dentro de los estándares de soluciones inalámbricas que existen actualmente, la tecnología Wireless-N adquiere un fuerte protagonismo a pesar de que aún no se haya establecido un protocolo definitivo y sólo contemos hoy con un “Draft N”. Wireless-N, cuyos inicios fueron en el entorno profesional, se está introduciendo en los hogares, puesto que es 12 veces más rápido que su predecesora y tiene 4 veces más alcance. La tecnología PLC ofrece una serie de ventajas que la convierten en perfecta para una conectividad doméstica de forma sencilla, segura y económica: fácil instalación, alta velocidad, buena cobertura y seguridad. Es un complemento ideal para el Wi-Fi en los hogares donde hay zonas que su alcance no es completo. Por su parte, la tecnología DLNa permite que distintos dispositivos queden conectados en una misma red entre sí para compartir contenidos, de forma fácil y sin necesidad de configuraciones complicadas. Funciona tanto con redes inalámbrica como con la clásica red Ethernet.
Fuente: CISCO