El precio no es suficiente
La principal fortaleza de la maquinaria vertical, el bajo precio de los productos, no ha sido lo suficientemente atrayente para que el mercado siguiera activo y es el campo en el que más se ha notado la caída de pedidos. Cabe señalar que, afortunadamente, el peor escenario posible, aquel en el que las condiciones de mercado se deterioran al tiempo que el euro se hace más fuerte, facilitando la entrada de maquinaria asiática, no se ha llegado a producir. Sobre el panorama actual se puede añadir que la excepción ha sido sobre todo las compañías dedicadas a la importación de maquinaria, grupos como Lapeyra & Taltavull Comercial, Representaciones Imco o Luciano Aguilar, firmas que han podido solventar el año (y en algunos casos hasta crecer a un buen ritmo) gracias a un equilibrio entre los productos que comercializan (compensando la pérdida de ventas de un tipo de maquinaria con un aumento de la facturación por otros equipos), en especial las compañías que, además del envasado, tienen negocios en el campo de la maquinaria de procesos.
Dentro de este grupo cabe destacar a dos empresas, ATP Engineering & Packaging, que pese a las dificultades del mercado sigue invirtiendo en I+D (más de 800.000 € en los últimos tres años), y Comercio e Importación de Máquinas Automáticas (Cima), que a finales de 2008 dejaba de representar la marca ‘Hayssen Sandiacre’ y pasaba a asumir la comercialización de los equipos ‘Uva’. Cabe señalar también el caso de las empresas que centran su negocio en sectores muy concretos (como Campak, con el mercado farmacéutico o Fres-Co System en el sector del café) que, pese a la norma que dice que es mejor abrir el abanico de clientes lo máximo posible para evitar riesgos, han podido sortear la crisis gracias precisamente a esta fortaleza.