¿Pasó lo peor?
Pese a lo complicado de la situación, la sensación de que podría haber sido peor está en el ambiente. De hecho, la gran esperanza de las empresas que configuran este campo es que se cumplan las previsiones y la situación de grave crisis económica no se alargue mucho más. En el fondo la cuestión es que los proveedores de equipos verticales tienen capacidad para resistir en condiciones de mercado muy duras gracias a su bajo nivel de inversión, pero no de forma indefinida.
El propio sector considera que si se ha podido aguantar el embate de la crisis ha sido porque en los últimos ejercicios se ha apostado sobre todo por la innovación. La situación actual no invita a grandes novedades que de verdad puedan dar un impulso a las ventas, pero las firmas del sector siguen trabajando para conseguir mayores grados de eficiencia (con automatizaciones que reduzcan la posibilidad de roturas o daños para el envase o el contenido), comodidad (con controles mejor integrados y fáciles de manejar) y limpieza (con sistemas de higienización más seguros).