Aunque el ecommerce ha ralentizado su avance en 2022, la logística asociada a él no para de crecer. La complejidad de gestionar pedidos masivos en tiempo récord, junto al aumento de las devoluciones, hace necesario soluciones logísticas ad-hoc para este sector. Además, los problemas de movilidad urbana o las entregas fallidas incentivan la aparición de nuevas propuestas.