Garnier, segunda marca de Grupo L'Oréal, entra en la categoría de ecológicos y lo hace con su nueva línea de cosmética ecológica certificada 'Garnier Bio', y cuyo objetivo es conquistar el sector de gran consumo y democratizar la categoría. "Queremos poner al alcance de los consumidores españoles productos de cosmética procedentes de la agricultura ecológica, con envases reciclados y reciclables, al alcance de todos los bolsillos", explica Guillaume Sonolet, director general de Garnier. Precisamente,la nueva gama llegará en las próximas semanas a 5.000 puestos de venta y con un precio de venta por debajo de los 9€. "El objetivo es liderar la categoría de cosmética ecológica certificada en un plazo de tres años y responder a la creciente petición de transparencia y de sensibilidad medioambiental y social de los consumidores españoles", añade Sonolet. Desde la compañía no descartan extender el concepto ecológico a otras líneas de productos.
Por el momento, 'Garnier Bio' está integrada por nueve productos de tres categorías distintas: limpieza, cuidado y antiedad. Estos están formulados con cuatro ingredientes estrellas: argán, flor de aciano, lemongrass y lavanda. Además, cuentan con la certificación Cosmos Organic, de Ecocert, primer organismo de certificación en desarrollar un estándar para los cosméticos naturales y ecológicos. Además ofrecen fórmulas veganas (no contienen ningún ingrediente o derivado de origen animal) y un etiquetado, en el que el consumidor puede conocer la lista de ingredientes y su origen, "en su mayor parte procedentes de plantaciones ecológicas y de comercio justo", explican. En cuanto al packaging destacan su compromiso por incorporar envases 100% reciclables y de material reciclado. Precisamente, este es uno de los compromisos del grupo, ya que han fijado 2025 como el año en el que todos los envases de los productos de las marcas 'Fructis' y 'Original Remedies' deberán ser de material reciclado.
Cosmética ecológica, una categoría en crecimiento
Según los datos aportados por la compañía, el mercado de cosmética natural mueve unos 800 M€ en España -un 12% del mercado total de la belleza en nuestro país-, mientras que el de la cosmética ecológica certificada actualmente movería unos 30 M€. Este dato está muy por debajo de otros mercados como el alemán, ya más maduro y en el que se mueven 526 M, el francés (387 M€), el italiano (121 M€) o el inglés (151 M€). Según estas cifras, recogidas en el estudio L'Oréal con datos Ekimetrics, España supone solo el 4%. Por tanto, tal y como asegura Guillaume Sonolet, "hay un margen espectacular de crecimiento".
Para aclarar la diferencia entre la cosmética ecológica y la natural, Valerie Lemaire, directora general de Ecocert Greenlife, ha explicado que un producto ecológico siempre debe contar con una certificación que lo garantice, mientras que uno natural no tiene por qué. Según los estándares mínimos de la certificación Cosmos, un producto ecológico debe contener al menos un 20% de ingredientes procedentes de la agricultura ecológica, así como otros factores relacionados con la sostenibilidad. Para lograr esta certificación, las empresas deben validar ingredientes, fórmulas, embalaje, comunicación en el packaging, auditar el proceso de fabricación, de envasado y distribución.