Con una población de 130 M de habitantes, México es un mercado con grandes oportunidades para los productos de cosmética y perfumería españoles. Según un estudio elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en México, en 2021 México se situó en el puesto 13º del mercado mundial para la industria de la cosmética, con un crecimiento del 11 % respecto a 2020, y un gasto per cápita de 77,23 € (según la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos de México), siendo los productos para el cuidado de la piel y los capilares los más demandados.
Hay que señalar que se trata de un país de grandes contrastes y complejidad, con disparidades a nivel regional, sectorial y social y desigualdades en la distribución de la riqueza y en el acceso a la educación, la salud y bienestar. De ahí que se distingan tres segmentos dentro del sector de la belleza y el cuidado personal: el masivo, con un peso del 80,9%, el prémium (13,6 %) y el de prestigio (5,5 %). En el caso de los productos españoles, estos se sitúan en el rango de precio medio-alto, siendo considerados de prestigio o prémium, y serían valorados por su imagen de marca y calidad. En los últimos cinco años estos tres segmentos han evolucionado positivamente, si no tenemos en cuenta los datos de 2020 y parte de 2021 ya que el consumo y las importaciones se vieron tocadas debido a la pandemia del Covid.
México cuenta con su propia industria cosmética, cuyos productos están dirigidos al consumo de mexicanos con un poder adquisitivo medio-bajo, quienes también adquieren los productos de las grandes multinacionales. En cambio, aquellos con más poder adquisitivo se decantan por los productos importados, según datos aportados por el estudio de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en México.
La oferta tiene dos vertientes: la dirigida al consumo de mexicanos con un poder adquisitivo medio-bajo, cuya producción es mayoritaria en México, ya sea de empresas nacionales o de grandes multinacionales, y la oferta dirigida al consumidor de poder adquisitivo alto, en la que las importaciones tienen mayor relevancia. Precisamente en 2021 el país compró productos de cosmética y perfumería por valor a 1.410 M$, siendo las preparaciones de belleza, maquillajes y cuidado de la piel las más relevantes (44,1%), seguidas de los perfumes y aguas de tocador (17,9%).
España ocupa una posición muy importante en el mercado mexicano, situándose entre los cinco primeros suministradores en casi todas las categorías contempladas. Estados Unidos, Francia y Alemania son los países de referencia en el sector. En concreto, nuestro país principalmente suministra aguas de tocador y preparaciones de belleza, maquillajes y cuidado de la piel (3304). Y es que España se ha convertido en el mayor exportador del mundo de perfumes y aguas de tocador, con un valor de 2.260 M$, y el cuarto en preparaciones capilares, con 707 M$, solo por detrás de Alemania, Estados Unidos e Italia. La compañía con mayor presencia de este sector en el país es Puig México, filial del grupo español Puig, y que alcanzó una cuota de mercado en 2021 del 1,6%.
En el sector cosmético, España se sitúa entre los diez primeros exportadores mundiales de productos de belleza, según Stanpa. Algunas de las marcas españolas con presencia en el mercado mexicano son Natura Bissé, Isdin, Cantabrialabs, Sesderma, Babaria, Salerm, Martiderm, Etnia Cosmetics, AC Marca y Krash Kosmetics, entre otras.
Oportunidades
Según concluye el estudio citado, se espera que para los próximos años los cosméticos prémium tengan una mayor demanda que los de masa y recuperen su cuota en 2024, con una estimación de crecimiento del 9,7 % entre 2022 y 2026. Los productos que aglutinarán mayor crecimiento serán los relacionados con pasar más tiempo al aire libre, como la cosmética de color y la protección solar. También la dermocosmética crecerá gracias al cada vez mayor interés de los consumidores por la salud y el bienestar.
Otros focos de oportunidades son las ediciones limitadas, que estimulan el interés de los consumidores, debido a los envases atractivos que ofrecen, y las colaboraciones con un diseñador o una celebridad; la sostenibilidad, que sigue ganando importancia en el sector de la belleza y el cuidado personal, especialmente entre los jóvenes con más poder adquisitivo; y los ingredientes naturales, orgánicos y de origen sostenible. Además, el empleo de envases elaborados con componentes reciclados y reciclables también atraerá al consumidor final.