Mintel, la empresa experta en la investigación de mercados, ha anunciado las tres tendencias claves que transformarán la industria global de belleza y del cuidado personal en 2025. En un mundo en constante cambio, los consumidores adoptan nuevas formas de cuidar su piel y su bienestar. Las rutinas de belleza serán más eficaces gracias a la fusión de tecnologías avanzadas y medidas conscientes del medio ambiente, buscando el bienestar emocional.
Los consumidores buscan maximizar su efectividad con el mínimo esfuerzo, por ello, se aprovecharán de dispositivos inteligentes y herramientas que les ofrezcan análisis y resultados en el momento. Según Mintel, las gafas de realidad aumentada se presentan como uno de estos dispositivos, guiarán a los usuarios y les ofrecerán asistencia personalizada en tiempo real para la aplicación de maquillaje y otros productos. La generación Alfa (nacidos del año 2010 en adelante) está creciendo con una gran familiaridad con la inteligencia artificial lo que facilitará la transformación de esta industria. Se refleja también un aumento de productos orientados a la salud y que abordan la preocupación por las obsesiones con la estética. Debido a ello, se espera que las marcas de belleza empiecen a desarrollar nuevos productos enfocados especialmente en cuidados previos y posteriores a procedimientos estéticos para lograr resultados óptimos en un mundo donde el envejecimiento saludable y la longevidad se convierten en prioridades.
En esta segunda tendencia se observa cómo ha crecido la demanda de productos que prioricen el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad. La industria de la belleza integrará prácticas sostenibles como la agricultura regenerativa y la pesca responsable. Una de las innovaciones más sorprendentes es el uso de glicoproteínas derivadas de langostas que ofrecerán beneficios de alto rendimiento y respaldarán la conservación marina. En un futuro los productos de belleza estarán diseñados para adaptarse a las condiciones ambientales y fisiológicas en tiempo real, ajustándose a factores como el clima o la temperatura corporal, ofreciendo así soluciones personalizadas que combinan tecnología y naturaleza.
Andrew McDougall, director de investigación de belleza y cuidado personal de Mintel, afirmó: “En 2025, la belleza enfatizará cada vez más la comodidad y el bienestar emocional, centrándose en experiencias sensoriales que calmen y nutran”.
Las marcas también deberán adaptarse a la creciente tendencia de la vida lenta, creando productos que estén diseñados para el consumo reducido,para ello se explorará la unión entre neurociencia y belleza. En paralelo, la belleza regenerativa ganará terreno al combinar sostenibilidad, bienestar mental y longevidad. Los servicios innovadores como la criopreservación de células pueden llegar a liderar este mercado permitiendo a los consumidores regenerar su belleza.