La especialista en queso fundido Quesería Menorquina ya ha encontrado la solución financiera que andaba buscando, o al menos una parte, para garantizar la viabilidad de la empresa. Y la ha encontrado sin salir de casa, ya que esta nueva botella de oxígeno proviene de tres sociedades menorquinas muy vinculadas con la quesera, tal y como ya se había adelantado. Las negociaciones se remontan como mínimo casi un año y medio atrás, y de hecho la nueva ampliación de capital estaba aprobada en junta de accionistas desde el pasado mes de octubre, pero no ha sido la semana pasada cuando la compañía ha inscrito en el Registro Civil la ampliación por valor de 1,78 M€. La prensa local desvelaba a continuación las tres sociedades que se han encargado de suscribirla: Menorca Asesores, Lloguers d’Alaior e B2B Invertax. Y efectivamente, detrás de estas tres sociedades están tres empresarios muy vinculados a la propia Menorquina.
El primero de ellos es Francisco Tutzó, que ya estaba integrado en el trío de accionistas mayoritarios de forma previa a esta operación, junto con Jesús María Esparza y Manuel Vecillas (51% del capital entre los tres). Tutzó figura como presidente de Menorca Asesores, sociedad que ha pasado a ocupar a su vez el puesto de presidente en Quesería Menorquina. El segundo es Bernardo Luis Mascaró Morera, presidente de Lloguers d’Alaior, y también propietario de la empresa que articula el grueso de la logística de Quesería. Y el tercero es Antonio Sintes Vidal, actual administrador único de B2B Invertax y consejero de Quesería Menorquina hasta que ha sido sustituido por la propia Invertax.
A falta de conocer el reparto definitivo del capital, todo indica que estas tres sociedades han pasado a tener una participación mayoritaria en Menorquina, mientras la participación de Esparza y Vecillas se habría visto reducida a minoritaria, de la misma forma que la participación de los trabajadores, que hasta la fecha suscribían el 49% del capital de la compañía, y ahora habrán visto reducida esta a en torno un 24%.
Quesería Menorquina cierra 2020 con un crecimiento del 3,4%
La quesera de Mahón, especializada en el suministro de queso fundido para marcas de distribución, cerró el pasado ejercicio 2020 con una facturación de 37,5 M€ y, según se adelanta sin concretar la cifra, cierra sus cuentas en positivo. Son dos buenas noticias para la quesera, que en el favorable contexto actual para el consumo en hogar, ha logrado acelerar el crecimiento de su facturación, y tal y como destaca la prensa menorquina, facturar un 18,2% más que sus registros de hace cinco años. La compañía está presente en los lineales de una buena parte de la distribución organizada, con cuentas tan interesantes como Lidl, Ahorramas o Mercadona, para la que elabora la enseña 'Quesilete'. Por otro lado, mantiene acuerdos de producción para terceros, como es el caso de los volúmenes que factura a Grupo Fromageries Bel España, en virtud del acuerdo alcanzado tras venderle su enseña 'Tranchetes'. En total, a día de hoy su volumen comercializado anual se debería mover cerca de las 13.000 t de producto.