Cervezas Moritz, la cerveza de Barcelona y la más antigua de Cataluña, celebra 160 años de su lanzamiento. Poco se imaginaba Louis Moritz cuando llegó a Barcelona a mediados del siglo XIX que un alsaciano como él lanzaría la primera cerveza de la ciudad. Era un emprendedor que tenía los pies muy bien anclados en la tradición. Hoy en día podemos celebrar que esa cerveza, la que bautizó con su apellido alsaciano, se ha convertido en la más longeva de la ciudad. La calidad y reputación de 'Moritz' se consolidaron durante la década de los 20. Entre los principales clientes de Moritz destacan locales que ya forman parte de la historia de Barcelona, como el ‘Zurich’, el ‘Boliche’, el ‘Velódromo’, la ‘Font del Gat’ o el ‘Suizo’. En 1930, 'Moritz' logró un volumen récord de ventas y dos años después controlaba el 34 % del total del mercado catalán.
'Moritz' retornó a la capital catalana en 2004 y sigue estrechamente vinculada a la ciudad, a través de su acción comercial y de las múltiples actividades de ocio y cultura en las que participa. El relanzamiento de la marca viene de la mano de los herederos de Louis Moritz, la quinta y sexta generación de su familia que se involucran en la recuperación del patrimonio tanto arquitectónico como cultural de Barcelona. Dos ejemplos: la rehabilitación de la Fábrica Moritz, en la Ronda de Sant Antoni, o la remodelación del famoso Bar Velódromo, en la calle Muntaner.
L a micro-cervecería de la Fábrica Moritz Barcelona es la más grande del sur de Europa con una capacidad para producir hasta dos cocciones diarias de 20 hl. . El proceso de producción se completa en seis tanques de fermentación, a lo largo de tres semanas, convirtiendo el mosto cervecero en la cerveza 'Moritz fresca'. Cervezas Moritz , vinculada por sus socios al grupo cervecero y de distribución La Zaragozana , comercializa anualmente unos 15 Ml de cerveza .