La startup alemana Formo acaba de comunicar el cierre de una de las mayores rondas de inversión del año en el mercado foodtech europeo y, más concretamente, en el segmento de las proteínas alternativas, logrando recaudar 55 M€ en una ronda de Serie B. Con esta nueva ampliación de capital, la compañía eleva su financiación desde su puesta en marcha en 2019 hasta los 100 M€, una vez que en 2021 cerraba una primera ronda de 45 M€. La pregunta en este contexto global de invierno inversor en las operaciones de gran calado sería: ¿Qué hay detrás de este insólito éxito de recaudación de fondos? Desde la startup responde Roman Plewka, cofundador y COO del proyecto, que explica que "hemos sido el único actor en el mercado que ha podido lanzar productos rentables a escala industrial en una de las grandes cadenas minoristas a nivel global, lo que ha impulsado gran parte del interés de los inversores que han participado en la Serie B". Plewka se refiere al reciente lanzamiento de sus nuevas gamas de alternativas al queso, 'Frishchain (2,89 €) y Camembritz (3,99 €), en más de 2.000 tiendas de REWE, BILLA y METRO en Alemania y Austria.
Este lanzamiento supone a su vez un notable movimiento telúrico en el segmento de alternativas al queso, una vez que Formo propone la novedosa introducción de un tipo de microorganismo fúngico como base de su producto. Se trata del Koji, utilizado tradicionalmente en elaboraciones de origen asiático como la salsa de soja o el miso, que Formo cultiva mediante fermentación en cubas, siendo la primera compañía que lleva la proteína de Koji a nivel industrial en la industria de las alternativas. Otras ventajas de este ingrediente, según explican, son su alto contenido en proteínas, comparable al que incluye el queso convencional, su sabor neutro, su adecuación a la normativa EFSA para nuevos alimentos, al tratarse de un ingrediente con largo recorrido en la industria alimentaria que ha sido procesado sin alterar su estructura genética, y su alta funcionalidad para conseguir un producto completo sin necesidad de contar con una larga lista de ingredientes. "Queremos ofrecer productos deliciosos sin externalidades negativas y que proporcionen placer a los consumidores sin ningún coste para el medio ambiente, los animales o la sociedad", afirma Plewka.
Una vez concretada la nueva ampliación de capital, la compañía empleará los fondos para multiplicar por 10 su potencial productivo, alcanzando las 1.000 t/mes de sus productos a principios de 2025. En paralelo, la compañía plantea iniciar su expansión internacional a nivel comercial, potenciando su estrategia B2C con los mercados europeos en el punto de mira, y potenciar la diversificación de su portfolio, con el lanzamiento de nuevas referencias, como queso feta o queso azul, que según trasladan podrían ser sus próximos lanzamientos. Por otro lado, Formo continuará desarrollando su tecnología en fermentación de precisión, en busca de expresar y producir proteínas de caseína de procedencia no animal para el lanzamiento de una nueva generación de quesos.