El plan de reestructuración que maneja Fagor Electrodomésticos para poder evitar la entrada en concurso de acreedores contempla el cierre de su actividad en frigoríficos y la concentración de gran parte de su actividad en encastre y cocción, sin renunciar a ser una empresa generalista en el sector de electrodomésticos. En estos términos se expresaba el pasado lunes Sergio Treviño, director general de Grupo Fagor Electrodomésticos en una entrevista concedida a la ETB2, en la cual reconocía que la deuda del grupo asciende a 859 M€ de los que un aproximadamente un tercio, unos 378 M, son deuda bancaria que, a medio/largo plazo suponen 160 M. La cabeza visible del grupo reconocía que el plan de reestructuración nace con la vocación de crear empleos sostenibles, entendiendo por tales aquellos que puedan considerarse rentables en la cuenta de explotación de una empresa y que se puedan mantener en países de altos costes laborales como Francia o España. En este sentido, el plan de viabilidad tiene como objetivo que Fagor siga existiendo dedicándose a lo que se dedica, a los electrodomésticos y no a una actividad diferente. No obstante, en este planteamiendo reconoce que su actividad a futuro se concentrará sobre todo en encastre y cocción, así como en algunos productos de nicho en libre instalación. "En algunos casos, como es el de los frigoríficos, se pasará por un cierre de actividad y más que un recorte de personal hablaremos de una reubicación de ese excedente de personal". Treviño hacía mención a uno de los aspectos de los conocidos mecanismos de solidaridad de las cooperativas de Corporación Mondragón como son las reubicaciones, precisamente cuando desde hace una semana que ya está en marcha la Oficina de Empleo a través de la cual ya se estarían produciendo las primeras reubicaciones que continuarán desarrollándose a lo largo del mes de noviembre.
De cara a sus actividades en el exterior, el directivo aseguraba que se pretende aplicar el mismo tipo de filosofía en lo que a reestructuración se refiere. Esto es, aquellos productos no rentables en su fabricación tendrán que rentabilizarse o trasladarse a otros orígenes de producción.
Por otra parte, la compañía ha explicado, a través de un comunicado emitido ayer martes 28 de octubre, que "ha abierto la búsqueda de nuevas vías de financiación que permitan a la compañía responder a sus obligaciones frente a sus acreedores y continuar con la actividad productiva rentable. Esta decisión permitiría impulsar su actividad empresarial, fortaleciendo y salvaguardando el modelo cooperativo que le caracteriza".
Del mismo modo, reconoce que el descenso progresivo en las ventas, las bajadas de precios y la consiguiente reducción de márgenes en un sector altamente competitivo habrían conducido a la compañía a la complicada situación que atraviesa. "Ante este escenario, la cooperativa ha mostrado un firme compromiso con el empleo y el desarrollo sostenible de la región, que ha derivado en el mantenimiento de un alto porcentaje de la fabricación en países con mayores costes de producción, evitando así un modelo económico basado en la deslocalización".
En este sentido, según se explica en la nota de prensa, "la imposibilidad de cumplir con los objetivos de ventas marcados desde la compañía y el consiguiente deterioro de los compromisos asumidos con los acreedores, impulsaron a Fagor Electrodomésticos a solicitar, de manera voluntaria, un preconcurso de acreedores. Desde ese momento, la compañía ha priorizado la comunicación directa y personal a sus socios para informarles de la situación a la que se enfrentan, así como del impacto económico y social que esta decisión supone, y que incluye el futuro de las 2.000 personas que actualmente trabajan en las 5 fábricas españolas y del resto del Grupo, hasta un total de 5.600 trabajadores repartidos en 20 países.
Con respecto al impacto económico en el socio, la compañía ha querido aclarar "que su responsabilidad frente a la deuda está limitada a sus aportaciones al capital social, lo que significa que en ningún caso su patrimonio personal está en riesgo. Con respecto a la responsabilidad de los socios frente a las pérdidas consideramos que, al igual que cualquier sociedad mercantil y, basándonos en opiniones de expertos, está igualmente limitada al capital social que cada socio tenga en la cooperativa y en ese sentido se está trabajando en la modificación de la ley de Cooperativas".
En otro de los puntos tratados en el comunicado, Fagor Electrodomésticos quiere recalcar la ratificación de su compromiso por mantener viva la actividad de la compañía, "apostando por los negocios rentables y llevando a cabo un proceso de fuerte reestructuración que permita ganar en competitividad. Esto ha exigido una adaptación del plan estratégico aprobado en diciembre de 2012, donde el modelo cooperativo se adecue a la situación actual y salga fortalecido de ella. El plan de viabilidad presentado a las distintas instituciones y en el seno de la Corporación Mondragón precisa de una financiación claramente cuantificada y a tiempo, y supone una reinvención de un modelo económico que debe evolucionar con el actual contexto social, político y económico, y que exigirá reformular los paradigmas de su funcionamiento, manteniendo los principios de solidaridad que le caracterizan".
Respecto a las ayudas recibidas, tanto desde la Corporación como del Gobierno Vasco, todas ellas, se recalca, "han ido dirigidas a garantizar la viabilidad de la compañía, manteniendo en primer lugar la actividad productiva y segundo, apostando por la puesta en marcha de un plan estratégico orientado a la restructuración y al crecimiento". Con todo, también precisa que dicha inyección financiera no pudo garantizar la actividad económica al resultar inferior a las necesidades reales y producirse –el grueso de la aportación- en unos plazos que impidieron afrontar con éxito la recuperación". A pesar de ello, "Fagor Electrodomésticos siempre ha valorado positivamente la voluntad de apoyo que tanto Gobierno Vasco como las cooperativas de Mondragón han mostrado con la compañía y, muy especialmente a sus socios, que democráticamente se han sumado a la ola de solidaridad durante los últimos años".
En lo que respecta a la situación actual de la plantilla, Fagor Electrodomésticos precisa que en estos momento el 80% de la misma (tanto en Fagor Electrodomésticos como en Edesa) se encuentran en situación de desempleo si bien es cierto que ya se habría iniciado -desde la pasada semana- el proceso de reubicaciones en otras cooperativas de Corporación Mondragón. En lo que se refiere a las plantas de Fagor Brandt en Francia y Fagor Mastercook en Polonia, la empresa reconoce lo obvio de su actual situación de paralización, a la espera, según se matiza en el comunicado, "del resultado del proceso de financiación emprendido por la dirección de la cooperativa".
Al margen ya del comunicado de prensa, lo cierto es que la situación de los intereses de Fagor Electrodomésticos fuera de nuestras fronteras reviste una mayor complejidad. Si bien es cierto que en España la figura del preconcurso "protege" a la empresa ante la posibilidad de que un acreedor pueda instar al concurso durante al menos cuatro meses mientras trabaja en una solución, dicha figura no se contempla ni en Francia ni en Polonia. Este hecho acortaría los plazos a la hora de fraguar una solución. Según se asegura desde algunos medios, la compañía necesitaría de forma inminente unos 170 M€ para afrontar pagos a proveedores antes de diez días, sobre todo en dichos países. Otra cuestión será el destino de dichas infraestructuras industriales si se confirman las negociaciones de venta que podría estar manteniendo con algunos de sus actuales socios, como por ejemplo, Haier en Polonia , Robam en China o Vaillant (con la que participa en Geyser Gastech).