El pasado mes de septiembre se ponía en marcha la Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (ASOBÍO), autodenominándose como la primera asociación profesional privada del sector ecológico estatal. Entre los asociados se encuentran empresas como Biocop, Biogran, EcoSalim, La Finestra Sul Cielo, Natursoy, Obrador Sorribas-Biográ, Casa Santiveri, Triballat, Veritas, Aneto, Xanceda o Cantero de Letur, entre otros. Joan Picazos, primer presidente de ASOBÍO, analiza la situación de este mercado, en un momento clave por la aprobación del “Plan de Acción para la Agricultura Ecológica” de la UE y por el contexto pandémico que estamos atravesando. Esta entrevista forma parte de un extenso análisis sobre el sector de alimentación bío, al que puede acceder en su versión íntegra a través de este enlace.
Alimarket: A finales del pasado año se ponía en marcha ASOBÍO. ¿Que la creación de esta asociación sea tan reciente es un ejemplo de que queda mucho por hacer y mucho recorrido en España para la alimentación ecológica?
Joan Picazos: La creación de ASOBÍO es la respuesta a una necesidad sectorial latente que, con el tiempo, se ha convertido en crítica. Se trata de la culminación de un proceso iniciado hace varios años y que se materializó en 2020 motivado por la ausencia de una organización que trabaje por el desarrollo y fomento del sector ecológico en España con un enfoque privado y profesional. En la actualidad, el sector agroalimentario ecológico es estratégico por un doble motivo. Por un lado, es clave para contribuir a la recuperación del crecimiento económico y, por otro, para conseguir un sistema alimentario justo, saludable y sostenible. En este sentido los retos a los que nos enfrentamos para los próximos años hacen necesaria la existencia de una organización profesional que vele por el desarrollo equilibrado del sector y que fomente la alimentación y el consumo de alimentos ecológicos en todo el territorio nacional.
A.: ¿Qué dimensión ha alcanzado ASOBÍO en los pocos meses que lleva funcionando?
J.P.: ASOBÍO es el punto de encuentro profesional creado para representar a las empresas del sector ecológico y fomentar la alimentación ecológica en el mercado español. Como asociación profesional ya se han integrado 27 socios, empresas líderes del sector ecológico nacional, que suponen aproximadamente 400 M€ de facturación, representando cerca del 50% de la elaboración ecológica a nivel estatal y el 40% de las ventas del canal minorista especializado.
A.: Hasta ahora todos los miembros de ASOBÍO son especialistas en ecológicos. ¿Hay espacio en la asociación para generalistas que tengan gamas bíos en sus catálogos o retailers generalistas?
J.P.: En la actualidad ASOBÍO es una asociación transversal que engloba a empresas de toda la cadena de valor desde la producción a la comercialización. Pueden ser socios las empresas que desarrollen su actividad profesional en el ámbito de la alimentación y complementos alimenticios ecológicos en las que la comercialización de productos ecológicos constituya una parte relevante de su core business y su actividad global.
A.: En los últimos años la alimentación ecológica ha venido creciendo a doble dígito en España. Sin embargo, en 2020 se habría producido una ralentización de esta expansión según datos de la consultora IRI, que cifra el crecimiento en valor el pasado año en un 7,8%, frente al 21% de 2019. ¿A qué se debe esta ralentización? ¿Tiene que ver con el contexto pandémico o el crecimiento anual a corto-medio plazo ya será más moderado?
J.P.: El fuerte crecimiento de la alimentación ecológica en los últimos 10 años es una característica típica de los mercados jóvenes en fase de expansión, que parten de un volumen bajo para ganar peso porcentual rápidamente. Ello se ha visto impulsado en los últimos años por la incorporación decidida de productores y distribuidores convencionales al segmento ecológico, lo que ha contribuido a hacer más accesible su consumo. Con el tiempo, el mercado ecológico ha ganado en madurez y consolidación y aún así mantiene una más que notable tendencia de crecimiento si lo comparamos con el comportamiento de la alimentación convencional. La situación sanitaria ha alterado los patrones de consumo previos creando una nueva situación tanto en las cuotas de mercado de los diferentes canales como en su composición. En términos generales el consumo de productos ecológicos durante la pandemia está siendo positivo, en buena parte debido al refuerzo entre los consumidores de la preocupación por su salud, que se traduce en la búsqueda de una alimentación sana y saludable, y la encuentran en los productos ecológicos. Respecto al comportamiento de los diferentes canales, las condiciones generadas por la pandemia han favorecido la compra de proximidad y cercanía y ha impactado, como ya he mencionado sobre las motivaciones del consumidor, que ha buscado productos más saludables.
A.: En el caso de la distribución minorista, ¿las dificultades que están atravesando los especialistas independientes son fruto del contexto actual o del mercado que les están arañando las grandes cadenas de distribución generalistas?
J.P.: El consumo de productos ecológico está creciendo en España en todos los canales de comercialización. No obstante, se percibe un cambio en las cuotas de mercado en los últimos años al crecer más en el canal de distribución moderna y la distribución especializada organizada respecto a la distribución minorista especializada independiente.
A.: ¿Afectarán las posibles dificultades económicas en España al consumo de productos de alimentación ecológica?
J.P.: Siendo un elemento de decisión importante también en ecológico, el precio no influye en la elección del consumidor de una forma tan marcada como en la alimentación convencional. Sería razonable pensar que el escenario económico pueda llevar a una contracción en el consumo de alimentos ecológicos a causa de un menor consumo en términos generales, pero creo que esta posible contracción tendría un efecto limitado a consumidores más recientes y de menor tradición de consumo. El consumidor ecológico más tradicional y con años de experiencia de consumo no va a variar sus hábitos de consumo de forma significativa. Se trata de un consumidor muy concienciado en sus decisiones de compra.
A.: En el mercado español, por lo general, las marcas generalistas no han logrado tener éxito con sus gamas bío frente a los especialistas. ¿Por qué sucede esto?
J.P.: Creo que es debido a dos factores principalmente. Primero, el perfil de consumidor de mayor gasto es el que más años lleva consumiendo y suele ser fiel a las marcas que está habituado. Y, segundo, las expectativas de venta de nuevos actores no se llegan a cumplir al ritmo que necesitan.
A.: Se acaba de poner en marcha el “Plan de Acción Para la Agricultura Ecológica” a nivel europeo. Al margen de lo que esto supone para el sector primario hortofrutícola, ¿qué mejoras puede introducir en el mercado global de productos ecológicos en España?
J.P.: Este plan constituye un momento histórico al tratarse de un punto de inflexión a partir del cual la alimentación ecológica va a inspirar el cambio de modelo alimentario y productivo, marcando el camino para conseguir un sistema justo, saludable y sostenible. Se trata de un cambio de enfoque de las políticas públicas dirigidas al sector ecológico. Este nuevo paradigma pretende incentivar y estimular el consumo de productos ecológicos en España de forma que la mayor demanda genere un aumento de la superficie productiva ecológica para alcanzar el 25% del total en 2030. Es un plan ambicioso que requiere de la involucración público-privada. Por un lado se ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (como al resto de Estados Miembros) la elaboración de un Plan de Acción Ecológico Español que recoja los compromisos nacionales a presentar a Bruselas. Al mismo tiempo, urge a desarrollar las compras públicas verdes con la introducción de alimentos ecológicos en servicios de restauración y colectividades públicos (escuelas, hospitales, residencias, etc…). Por otro lado requiere la implicación del sector privado con la intención de que sean accesibles para el consumo diario, en los hogares, restaurantes, y todos los puntos de venta.
A.: ¿Sería partidario de una rebaja fiscal para los productos con certificación ecológica?
J.P.: Sí. Reclamamos la aplicación de una fiscalidad ventajosa para los productos ecológicos certificados como herramienta para ayudar a cumplir el objetivo de la Unión Europea de aumentar su consumo en el marco del Plan de Acción Europeo. Pero, sobre todo, porque entendemos que la producción ecológica es una actividad esencial que posee unas características diferenciadoras y unos valores añadidos que se traducen en beneficios para la salud de la sociedad y del medio ambiente. Un tratamiento fiscal diferente es una forma justa de reconocer y compensar a los productores ecológicos sus esfuerzos por mantener esta forma de producción y los beneficios que aportan a su entorno.
A.: Parece que hay consenso en la idea de que la alimentación ecológica contribuye a la mejora del medio ambiente y la biodiversidad. Sin embargo, en el tema de la salud las opiniones son más controvertidas. ¿Qué opina sobre esto último?
J.P.: Las tierras cultivadas con métodos ecológicos albergan un 30% más de biodiversidad que las cultivadas de forma convencional. Los productores ecológicos no están autorizados a usar transgénicos, a utilizar abonos sintéticos y tienen restringido el uso de antibióticos y productos químicos que se aplican en la agricultura y ganadería ecológica. Estas limitaciones que son beneficiosas para el entorno tienen, al mismo tiempo, un impacto positivo en la salud de las personas. Desde ASOBÍO queremos que los evidentes beneficios para la salud sean lo más reconocidos posibles por parte de los consumidores como avalan una multitud de informes públicos y científicos realizados.
A.: También hay voces que alertan de que los productos plant-based convencionales están “disfrazándose” de ecológicos y que los retailers especializados en bío están contribuyendo a ello dándoles entrada en sus lineales. ¿Qué opina sobre esto?
J.P.: Un producto de alimentación ecológico sigue un régimen de calidad y certificación reconocido a nivel europeo, regulado por un Reglamento Europeo -y sometido a un sistema de control oficial- que indica cómo hay que cultivar, producir o elaborar un alimento bío. Exclusivamente aquel productor o fabricante que cumple esta exigente normativa puede utilizar el sello de la “Eurohoja” o logo ecológico y puede identificar a su producto como “ecológico”, “eco”, “biologico” “bio” u “organico” y esta normativa también es de aplicación a los productos “plant-based” y a cualquier tipo de canal de comercialización.
A.: ¿Cómo ve el sector de alimentación bío en España a medio plazo?
J.P.: El sector de la alimentación ecológica tiene un gran futuro por delante, las preferencias del consumidor, el mayor conocimiento de los beneficios de la alimentación ecológica y una normativa pública más favorable, que apuesta por este tipo de alimentación, auguran un crecimiento sostenido en términos de consumo y producción en los próximos años.