Los primeros indicios de reducción de demanda y caída de precios en el sector pesquero se han consolidado con el paso de los días, y desde la Confederación Española de Pesca (Cepesca) se cifra en un 20% la reducción del negocio respecto a los niveles habituales tan solo por el cierre del canal horeca, a lo que habría que sumar la bajada derivada de la clausura de centros educativos y de trabajo, de la reducción del turismo costero y de la asistencia física a los espacios de retail, que no puede compensar el incremento experimentado por la compra online de estas referencias, una nueva modalidad de negocio que se ha visto impulsada desde la declaración del estado de alarma. En concreto, según José María Gallart, gerente de la Organización de Productores Pesqueros Asopesca y de la tienda online de la organización, en la primera semana de confinamiento se registró un incremento del 80% en los pedidos de particulares, de los cuales, el 50% fueron nuevos clientes.
Este importante descenso en el consumo de pescado por parte de la población se ha traducido también en un importante descenso de las operaciones de primera venta en las lonjas, que han tenido un 50% menos de compradores, lo que ha impactado en los precios de primera venta en todos los productos. A lo que hay que añadir, según Cepesca, los problemas de acceso que se han registrado hacia los mercados centrales de Bilbao y Valencia, lo que ha limitado el acceso a los productos por parte de los establecimientos que permanecen abiertos, con la consiguiente bajada de las ventas.
Por regiones, según Javier Garat, secretario general de Cepesca y presidente de Europeche, en Andalucía se ha registrado un importante descenso del consumo en las ciudades, mientras que se ha incrementado en las zonas rurales. En Levante, por su parte, se ha incrementado el consumo de pescado congelado en detrimento del fresco, del que comienzan a escasear algunas especies en Murcia. Sin embargo, las bajadas más importantes del consumo de pescado se han registrado en Aragón y Asturias, mientras que en Cataluña, Madrid, Córdoba y Castilla y León, el descenso ha sido más moderado. Y, en cuanto a los productos, los destinados al canal horeca como los mariscos o el besugo son, según Garat, los que están registrando un descenso más acusada frente a la merluza, salmonete, rape, jurel o morralla, los más demandados en la actualidad.
Esta bajada experimentada por el precio y la demanda de productos del mar se ha traducido, tal y como ya preveía Garat hace unas semanas, en el amarre de un gran número de buques dedicados a la pesca de bajura en el Mediterráneo, Golfo de Cádiz, País Vasco o Asturias, que, además, contaban con la dificultad añadida de proteger la salud de los trabajadores por la falta de EPIs (equipos de protección individual) adecuados. Pero estos no son los únicos problemas del sector que está sufriendo también “restricciones a las operaciones portuarias en terceros países, dificultades logísticas para la descarga de pescado entero congelado en puertos europeos, límites al envío de mercancías, obstáculos para el relevo de tripulaciones de larga distancia debido a cuarentenas, aumentos en las tarifas de hasta un 300% de los envíos por falta de disponibilidad de, por ejemplo, contendores refrigerados, y las quiebras en algunas compañías de seguros que comienzan a abandonar al sector. Y a todo esto se unen los retrasos para la emisión de documentación de capturas o certificados sanitarios, necesarios para realizar la descarga, o los problemas para, por ejemplo, la compra de divisas con las que pagar las operaciones”.
Por ello, desde Cepesca se ha puesto en marcha un comité de crisis para monitorizar la evolución de la situación y lograr asegurar, en última instancia, el suministro de pescado a la población así como la seguridad de los trabajadores del sector que sigan faenando. En este sentido, durante la primera reunión de este comité, Garat ha querido remarcar que que el suministro de pescado está garantizado ya que "alrededor del 50% de la flota de bajura, y la gran mayoría de la flota de Gran Sol (la que opera en aguas de Irlanda, Reino Unido y Francia) y de la congeladora sigue pescando y tiene intención de seguir haciéndolo”. Este hecho proporciona al mercado especies como merluza, gallo y rape frescos, y de bacalao, fletán, marisco (como gamba, langostino o carabinero), atún, pez espada, tiburón, gallineta, pota o calamar, entre otras, respectivamente.
De forma paralela, ha comunicado a la Comisión Europea las medidas necesarias que debería tomar para garantizar el desarrollo de la actividad pesquera y para alentarla con, por ejemplo, la transferencia de parte de las cuotas de pesca correspondientes a 2021, el establecimientos de precios mínimos, la garantía de los servicios logísticos a precios asumibles y la implantación de medidas para la protección de tripulaciones y barcos. Estas reivindicaciones se suman a las ya realizadas al Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la UE, Virginijus Sinkevicius, para la activación de medidas económicas y financieras que ayuden al sector a paliar el impacto socioeconómico que tendrá la crisis actual.