La fabricante de salsas Choví sigue apostando por la sostenibilidad de sus envases y tras presentar hace unos meses sus nuevas monodosis de papel para mayonesa y kétchup, lanza ahora el icónico "mortero" de su salsa allioli (su producto más vendido con un 30% de las ventas) 100% reciclable y con un 25% de plástico reciclado en su composición. Un nuevo avance que ha sido posible gracias a su alianza con las compañía Repsol, proveedor del polipropileno circular, y Berry Superfos Pamplona, transformador y fabricante del envase.
La alianza entre las tres compañías permite impulsar los envases circulares para el sector alimentario, uno de los más exigentes en cuanto a requerimientos técnicos y de seguridad, explican en un comunicado. “Este logro se suma a todos los avances que hemos conseguido en los últimos años en materia de sostenibilidad. Nuestra apuesta por la innovación es fuerte pero siempre teniendo en cuenta el impacto positivo que ésta puede tener en el desarrollo de soluciones, productos y envases más sostenibles”, afirma David Moya, Director Industrial de Choví.
Repsol produce una amplia gama de poliolefinas circulares bajo la denominación 'Repsol Reciclex'. La compañía multienergética emplea tanto tecnologías de reciclado mecánico como de reciclado químico, que permiten aprovechar residuos plásticos no aptos para reciclado mecánico y que de otra manera terminarían en el vertedero. En palabras de Fernando Arroyo, Director de Polipropileno de Repsol Química, “Gracias a la aplicación de tecnología de vanguardia, nuestras poliolefinas circulares mantienen las mismas propiedades que las resinas vírgenes.”
Repsol cuenta desde principios de 2020 y en todos sus complejos petroquímicos con la certificación ISCC Plus, sinónimo de uso y trazabilidad de materiales reciclados. A su vez, Berry Superfos Pamplona y el Grupo Choví han recibido esta certificación a finales 2020 y comienzo de 2021, respectivamente.