Aunque la sostenibilidad es motivo de preocupación constante entre fabricantes y distribuidores, su importancia actual para los consumidores es mucho menor. De hecho, la sostenibilidad no es uno de los principales atributos que reclaman los consumidores de alimentos y bebidas, que no están dispuestos a pagar más por consumir productos sostenibles.
Sin embargo, en los próximos años, los mismos factores que afectan ya al coste de la cesta de la compra tendrán también un efecto en la disponibilidad de los productos. El cambio climático, la sequía y otros fenómenos meteorológicos que influyen en las cadenas de suministro dificultarán aún más la consecución de algunos ingredientes básicos y obligarán a reformular los productos.
Los fabricantes y distribuidores se enfrentan al reto de demostrar a los consumidores que sus nuevas formulaciones y productos pueden ser tan sabrosos y funcionales como sus antiguas recetas favoritas, facilitando la transición de los consumidores hacia este nuevo modo de vida.
Por el momento, las empresas ya han empezado a crear productos sostenibles y a utilizar ingredientes respetuosos con el medio ambiente. En EE.UU., el condimento para preparar albóndigas suecas Knorr (1) está elaborado con cebollas cultivadas de forma sostenible, y el envase menciona el compromiso de Knorr con la sostenibilidad. No obstante, el mensaje se centra principalmente en el sabor del producto y su contenido proteico.
En el mercado británico, se comercializa la cúrcuma ecológica Wunder Workshop Organic & Single Origin Golden Turmeric (2), cultivada con técnicas de agricultura regenerativa para fomentar la biodiversidad. Permite una amplia variedad de usos en recetas culinarias y tiene también aplicaciones para el cuidado de la piel.
En la República Checa, la sal Sonnentor Ayurvedic Magic Salt (3) es neutra en carbono, no contiene aceite de palma y se comercializa en un envase ecológico. Su gran sabor la convierte en un condimento ideal para la cocina, según el fabricante.
Aunque no se trate de una tendencia mayoritaria, el número de nuevos productos que han optado por la eliminación o reducción del contenido de azúcar y sodio en el mercado mundial de salsas de mesa ha aumentado durante los últimos cinco años.
En Alemania, por ejemplo, la salsa de tomate Ketchup Heinz 50% Menos Azúcar y Sal (4) contiene, como su nombre indica, la mitad de sal y azúcar que la salsa de ketchup tradicional de la marca. A su vez, en Tailandia, la salsa de ostras Oyster Light Less Sodium Fish Sauce (5) no contiene azúcar e incorpora un 30% menos de sal. Y en el mercado mexicano, la salsa chamoy Bur-chers Natural Chimonk Sugar-Free Chamoy (6) no contiene azúcar y está endulzada con fruta del monje (México).
Los nuevos productos han empezado a publicitar sus propiedades funcionales intrínsecas o a incorporar ingredientes que aporten beneficios funcionales.
En Noruega, el aceite ecológico Sunkost Organic MCT Oil (7) se presenta como un producto que aporta energía, idóneo para preparar smoothies y aliños. Por su parte, en el mercado indonesio, la pimienta Timurasa Dried Whole Sichuan Pepper (8) es un condimento inmunoestimulante, con aplicaciones en aromaterapia y propiedades relajantes, según el fabricante.
Pese a que el uso del distintivo vegano aún no es mayoritario en el sector, su presencia en el lanzamiento de nuevos productos es cada vez mayor, sobre todo en Europa. El número de empresas dispuestas a aprovechar la baza ética que proporciona el uso de formulaciones sin ingredientes animales y a ofrecer productos aptos para un espectro más amplio de consumidores va en aumento.
Aunque el uso de ingredientes estrictamente vegetales todavía es bastante minoritario en el sector, puede atraer a los consumidores flexitarianos. Las connotaciones saludables de las salsas veganas pueden mejorar la percepción global del sector. Aunque el valor nutricional de estos condimentos no es mayor que el de aquellos que contienen huevos o productos lácteos, los fabricantes de productos vegetales suelen establecer relaciones con la salud y el bienestar. En el mercado alemán, Penny, la cadena de tiendas descuento de Rewe, ha reafirmado su compromiso con la nutrición sostenible a través de su salsa boloñesa vegana Food for Future (9).
El reto de los fabricantes ya no gira tanto en torno a conseguir un reconocimiento de marca entre los consumidores, como a tener notoriedad constante y encontrar formas interesantes y novedosas de interaccionar con ellos en todo momento. La alianza con otras enseñas locales conocidas y consolidadas puede ser una fórmula idónea para las marcas locales de cara a conseguir reconocimiento comunitario, afianzar la fidelidad del consumidor medio y captar clientes a través de nuevos productos que combinen las características y atributos de las dos marcas.
Buen ejemplo de ello es la empresa Byron Bay Chili Co, que ha lanzado una nueva gama de salsas de chile con el sabor característico del ron Bundaberg. El acuerdo se ha materializado en tres salsas barbacoa: Bundaberg Classic Rum BBQ Sauce, Bundaberg Coconut Rum BBQ Sauce y Bundaberg Chipotle Rum BBQ Sauce. Las tres se comercializan en envases flexibles de 1 litro para facilitar su uso tanto en cocina como en sala.